En 870 Ahmad ibn Tulun fundó una nueva ciudad, al-Qata’i (“las salas”), al norte de al-Fustat, en Yeshkur, un lugar considerado sagrado por múltiples leyendas. Para construir la ciudad destruyó el cementerio cristiano y el judío que había en Yeshkur.
Al igual que al-Fustat, el terreno fue dividido en barrios para los militares, los servidores, los esclavos y los diferentes grupos étnicos. Se desarrollaron también los mercados y barrios según los oficios.
Encargó la construcción de una mezquita aljama, conocida hoy como la mezquita de Ibn Tulun, un acueducto, un palacio, un hipódromo, edificios para el gobierno y las tropas, y el primer hospital que era gratuito para la población. Anejo a la mezquita construyó un palacio, que fue embellecido con jardines por su hijo.
En 905, los abasís, acabaron con esta dinastía y destruyeron todas sus construcciones excepto la mezquita. |